MI TIEMPO

Siempre he pensado que el sistema me tenía atrapado, que la gran mayoría del tiempo debía dedicarlo a sobrevivir, o sea trabajando y generar dinero para poder subsistir en la era del consumo ilimitado. Lo peor de todo es que ese mismo sistema te hace dependiente de si mismo, es como una droga que siempre te pide más, y que cualquier cambio no previsto, a veces te puede llegar a atropellar en tu vida emocional. Una vez leí en un blog, que para ser uno mismo al 100%, tenías que serlo todo el día, o sea incluir tu vida laboral a tu vida emocional o personal, estoy de acuerdo con ello pero parece algo utópico que ese pacto se produzca. En cuanto en el intercambio aparece la palabra “Money” la pareja se hunde y te condiciona para que la palabra vocación se transforme en obligación. No intento expresar un sentimiento pesimista, ni decir que nada tiene sentido, a parte seguro que habrá más de uno que piense todo lo contrario,
más bien intento expresar otra cosa.
Hasta la fecha he vivido muchos ciclos en mi vida, el de currante como he descrito arriba, el de estudiante que es buenísimo, el de niño, y muchos más. Hasta hace poco siempre pensaba, el mejor estado emocional es el del turista, visitando lugares nuevos, con dinero, desintoxicándote de todo y viviendo aventuras cada día…aunque siempre había un pero, siempre sabía que mi libertad era temporal, llegaría un día que tendría que volver al tajo y recordar mis vacaciones como un sueño fugaz. Bueno pues desde hoy reivindico un nuevo y el mejor estado, el de estar al pedo en otro país… Llevo quince días sin tener la sensación de ir el lunes al trabajo, sin tener prisas para nada, hago turismo o no hago turismo, ya no estoy estresado porque llego tarde a la clase de inglés, o si antes de ir a casa me he de pasar por el carrefour a comprar, o que si tengo que estudiar para un examen. Estar al pedo para mi, es redescubrir que es tener tiempo sin prisas, querer conocer y experimentar sin condicionantes, estar en un país diferente y absorber todas sus caras, es no estar en tu ciudad de siempre volviendo a hacer las mismas cosas que siempre hacías, poder estar en un atasco de tráfico impresionante y no molestarte, incluso a disfrutarlo, al no tener móvil, no tener tarjetas de crédito, casi ir con lo justo para ir en transporte público. Yo creo que estar al pedo, transforma tu visión, te hace disfrutar de cada instante por insignificante que sea lo que estas haciendo, por el hecho de que le das sentido a lo que sientes y disfrutas de todos sus sabores. Mi sensación es que el tiempo y yo ahora vamos de la mano y juntos nos entendemos.

Recomiendo a todos que en algún momento de su vida “esté al pedo”